martes, 18 de marzo de 2014

EL FENÓMENO DE LA SOBRECOMPENSACIÓN



¿Qué entendemos por sobrecompensación?

Entendemos la sobrecompensación como la capacidad que tiene el cuerpo de mejorar su capacidad física inicial tras recibir un estimulo y recuperarse, el fenómeno por el cual nuestro organismo responde a cierto estímulo de fatiga y estrés, con una adaptación físio- psicológica preparándose así para un nuevo esfuerzo similar al anterior. Para llegar a entender este fenómeno hay que entender dos leyes fundamentales, formuladas por dos expertos fisiólogos, como son el Dr. Selye y el Dr. Schultz, que investigaron el comportamiento del cuerpo humano durante el entrenamiento deportivo:

La ley de Selye o síndrome general de adaptación. Esta ley sostiene la capacidad que tiene el organismo para adaptarse al trabajo, al entorno. El efecto que produce un estímulo en nuestro organismo se concreta en una situación de fatiga o estrés, que genera una serie de reacciones en cadena que incrementan el nivel inicial de rendimiento provocando el fenómeno de sobrecompensación.

La ley de Schultz o del umbral. Todo ser humano es poseedor de un punto a partir del cual la intensidad de un estímulo puede producir adaptaciones con efectos de sobrecompensación. Digamos que ese punto se define como el umbral del sujeto o “límite a partir del cual se percibe una sensación o estímulo”. Si este estímulo es de una intensidad que no sobrepasa dicho umbral, el esfuerzo realizado carecerá de propósito para el ejecutante, por lo que no existirá sobrecompensación ni mejora ninguna.



Es uno de los fenómenos biológicos de más importancia, pues, es el producto de la combinación de la intensidad de entrenamiento adecuada y un proceso de recuperación suficiente; este estado se mantiene durante 48 o 72 horas.



El entrenamiento viene siendo eficaz cuando se permite la reposición completa de las energías perdidas durante un esfuerzo realizado. La recuperación es el periodo de tiempo que hay entre dos estímulos . Esta recuperación puede ser activa, es decir realizando ejercicios más suaves, o bien total, interrumpiendo la actividad física por completo. 

El tiempo de recuperación depende del tipo de ejercicio realizado. A ejercicios más  suaves, tiempos más cortos; y a altas intensidades, mayor recuperación por parte del organismo. Precisamente el entrenamiento busca acelerar los procesos de recuperación de nuestro organismo.

La recuperación se basa en la gran capacidad del organismo en recuperar no sólo las energías perdidas durante un esfuerzo sino en acumular potenciales de trabajo superiores al nivel en que se  había producido el estímulo.


No respetar el fenómeno de sobrecompensación implica una mayor dificultad para optimizar el proceso de entrenamiento y un mayor riesgo de sufrir lesiones. Ya que podremos dar lugar a que nuestro sistema musculo-esquelético no se haya recuperado del todo y entremos en fase de sobrecarga muscular, acarreando posibles lesiones y  futuras complicaciones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario